Acompáñenme a Lucas 10:38-42.
Aquí nos encontramos con dos hermanas que recibieron la visita de Jesús en su casa. María se sentó a escuchar a Jesús, mientras Marta andaba como loca queriendo atenderle. Y, pues, como buena mujer se queja con Jesús porque ella está trabajando y su hermana está ahí sentada. Pero, le salió mal la queja porque Jesús en pocas palabras le dice a Marta que no tiene la razón y que María escogió lo correcto.
¿Cuántas de nosotras andamos hoy en día como Marta? Escuela, trabajo, hijos y marido todo en casa o intermitente, la casa, filas interminables, ejercicio, los extracurriculares, etc. Como que la carga se triplicó a pre-pandemia.

Y pasamos tanto tiempo con los quehaceres, preocupadas porque todo funcione, que nadie se enferme, por ser como esa mujer virtuosa de la que nos habla Proverbios 31. Tratando de adaptarnos y ayudar a nuestra familia a llevar esta nueva forma de vida.
Pero… ¿Cómo va tu tiempo y relación con Dios? ¿Creciendo o disminuyendo?
Sé que muchas no se han congregado presencialmente en más de un año, ya no están sirviendo en la congregación… pero esto no debe definir mi tiempo y pasión por Dios.
Andamos “afanadas” porque se nos ha pasado “escoger la buena parte.” La buena parte es tomar a diario tiempo para escuchar a Jesús, para estar a sus pies aprendiendo de Él. ¿Cómo? Leyendo nuestra Biblia y platicando con Él. Tomando tiempo para escuchar lo que Él nos habla.

Quiero animarte a que diario tomes un tiempo para estar con Jesús. No pidiendo, sino platicando con Él. Aprendiendo mientras lees tu Biblia. Y que como María, escojamos la buena parte a diario. Así podremos crecer en Él y todo lo demás funcionara mejor.